
País. Royon expuso en el Seminario de Infraestructura Regional “¿Qué Argentina queremos ser?”, organizado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación.
En el marco de las jornadas de debate y análisis convocadas por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación en el Centro Cultural Kirchner, la secretaria de Energía, Flavia Royon, participó de la mesa: “Tenemos la energía que el mundo necesita. ¿Cómo alcanzamos una matriz energética soberana y sostenible?”.
“Aspiramos a construir un modelo propio para la transición energética de la Argentina, que tenga en cuenta la asequibilidad, la seguridad energética y la sustentabilidad. Dentro de estos ejes aspiramos a la diversificación de nuestra matriz actual”, afirmó Royon.
En ese contexto, la secretaria puso el foco en el valor del gas como vector de una transición competitiva para la Argentina. Al respecto, hizo hincapié en que “el gas es combustible de transición porque tiene mucho menor porcentaje de emisión que el carbón». «Por eso, en términos relativos, frente a un mundo que sigue generando energía a carbón, la Argentina tiene una matriz más limpia. Y es un gas que la Argentina puede producir por un valor seis veces inferior a lo que le cuesta importarlo”, añadió.
Para potenciar las posibilidades del gas argentino, resulta clave avanzar en las obras de transporte que garanticen la conectividad y el volumen de producción necesarios para el crecimiento de la economía nacional. El Gasoducto Néstor Kirchner representa una dimensión estratégica del proceso de diversificación de la matriz energética argentina.
“El gasoducto aumentará en 30% la capacidad de transporte y, en la segunda mitad del año, generará un ahorro de 2.000 millones de dólares y el año que viene de 4. 200 millones por todo el año. En ese proceso, hacia los años 2024/25 vamos a consolidar niveles de autoabastecimiento superiores al 95%», acentuó.
Sobre la continuidad del proceso, Royon detalló: “Con la reciente visita a China pusimos en valor la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, que vamos a licitar en el mes de agosto por indicación del ministro Massa. En conjunto, con la red de gasoductos no vamos a necesitar más importaciones de Bolivia, ni vamos a necesitar más importaciones de GNL. Lo vamos a sustituir con producción argentina, con el impacto que esto implica en la creación de puestos de trabajo directos e indirectos o en el desarrollo de industrias como la petroquímica”.
Sobre las perspectivas que se abren para el país a partir del potencial en gas y petróleo no convencional, y con la nueva infraestructura en curso, declaró: “Con las exportaciones de crudo y de gas, vamos a pasar de una balanza energética negativa en 4.500 millones a otra positiva en 12 mil millones de dólares hacia 2026”.
Para la secretaria el proceso de descarbonización mundial implica cambiar la mirada sobre el uso de los recursos fósiles: “En los tiempos de la transición energética el paradigma ha cambiado: pasamos de garantizar hidrocarburos a tener que aprovechar la ventana de oportunidad y obtener los recursos para financiar la transición hacia las renovables”.