El Concejo aprobó la ordenanza de ordenamiento territorial en Villa Belgrano

Ciudad de Córdoba. La iniciativa fue aprobada por 25 votos afirmativos (Bloques HUxC, UCR y Ciudadanos) y cinco negativos (FC, PRO y FIT). Rovetto Yapur se abstuvo al momento de la votación.

En la décimo tercera sesión ordinaria, presidida por el viceintendente Javier Pretto, el Concejo Deliberante aprobó este jueves la ordenanza de ordenamiento territorial de barrio Villa Belgrano.

La normativa fue aprobada por 25 votos afirmativos (Bloques HUxC, UCR y Ciudadanos) y cinco negativos -Soher El Sukaria (PRO), Martín Juez Corte, José María Romero Vázquez, Graciela Villata (FC) y Laura Vilches (FIT)-. Mientras que Jessica Rovetto Yapur se abstuvo al momento de la votación.

El concejal Pedro Altamira (HUxC) destacó que el proyecto pretende mejoras en el uso del suelo y el ordenamiento en Villa Belgrano y Argüello Sur. Detalló el proceso de deterioro que sufrió la zona, el impacto que sufrió en el tránsito y la movilidad, y la necesidad de preservar las cualidades ambientales, especialmente a partir del río Suquía.

Explicó que la iniciativa aprobada privilegia la protección del corredor del río, con un enfoque socio ambiental, baja el nivel de densificación, garantiza más espacios verdes y duplica los estacionamientos. “Se incorpora el concepto de masa arquitectónica para que los bloques no superen medidas de ancho y largo, y también el concepto de parcela verde, para mejorar la impermeabilización del suelo y considerar la vegetación nativa. En ningún caso el aumento de la edificabilidad será superior a planta baja y dos niveles”, completó.

La concejala Graciela Villata (Frente Cívico) se quejó de que los aportes de su bloque no fueron  considerados y reclamó un plan director de la ciudad. “Permitirán un murallón de 10 metros en el río y se dañará el último resabio de monte chaqueño que tenemos en la Reserva San Martín”, dijo.

Su par Marcos Vázquez (HUxC) replicó que el proyecto estuvo en estudio durante más de un año y defendió el proceso de debate. “Nunca le dimos la espalda a nadie, por eso nos eligieron nuevamente los vecinos. No podemos convencer a todos, pero se está dando respuesta a un barrio inundado de vehículos y comercios. Debíamos frenar la mancha urbana. Todas las cuestiones ambientales han sido contempladas”, señaló.

Por su parte, la concejala Jéssica Rovetto Yapur (Cordobeses por la Libertad) opinó que faltó mayor espacio de escucha para los vecinos. “Las nuevas demandas sociales y el crecimiento demográfico nos demandan trabajar en un plan macro a 30 y 40 años para tener en cuenta el progreso de la ciudad, que vaya acompañado de un plan de cloacas y de los servicios esenciales. No puedo acompañar el proyecto porque esperaba una propuesta integral, pero votar en contra será apoyar la legislación que está, así que solicito la abstención”, argumentó.

Desde el FIT, Laura Vilches dijo compartir “la limitación del FOS y FOT, el resguardo del espacio público y las limitaciones respecto a las alturas”, pero demandó que la Municipalidad “debería haber discutido la ampliación de la Reserva del San Martín. Este proyecto parece a medida de los urbanistas por el plus ambiental que significa tener cerca el Parque San Martin”, advirtió.

En su intervención, Soher El Sukaria (PRO) lamentó que no haya habido “una visión más integral, para darles seguridad jurídica a los vecinos y a los desarrollistas, porque también ellos generan empleo para eliminar el índice de pobreza”. Consideró que “los canales de consenso no llegaron” y que ninguna de las partes quedó conforme.

Desde la UCR, Juan Balastegui puso en valor que el proyecto tomó aportes de su bloque, como por ejemplo que el equipamiento comunitario sólo podrá localizarse en las avenidas centrales y la incorporación de las cubiertas verdes.

Entre las voces del oficialismo, Diego Casado destacó que ahora “se permitirá construir un 30 por ciento menos de lo que se permitía en el barrio” y el jefe de la bancada, Martín Simonian, valoró la creación del Frente Urbano Ambiental del río Suquía que “permite el respeto de los 35 metros de espacio público entre la línea ribereña y el lote, además de evitar los grandes muros cercanos al río”.

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