
País. El senador Lousteau cuestionó al asesor presidencial por elegir al catedrático debido a que no es un funcionario del Gobierno nacional.
En el marco de la audiencia pública convocada por la Comisión de Acuerdos del Senado, el catedrático Manuel García Mansilla expresó que no conoce al presidente Javier Milei, quien elevó su pliego al Congreso, y admitió que Santiago Caputo le ofreció el cargo a juez de la Corte Suprema de Justicia.
De esta manera, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral hizo referencia al asesor presidencial y al secretario de Justicia, Sebastián Amerio, también.
“El cargo me lo ofreció Santiago Caputo en una reunión con Sebastián Amerio. Yo no conozco al Presidente de la Nación, no hablé nunca en mi vida ni por teléfono con él y la persona que me ofreció el cargo fue Santiago Caputo en una reunión. No lo conocía tampoco y en este proceso lo he visto dos veces, la última vez en Casa Rosada hace dos semanas, que me preguntó cómo venía preparándome para esta audiencia pública. La relación, desde el momento en que me ofrecieron el cargo hasta ahora, la he llevado con el doctor Sebastián Amerio”, afirmó al responder una consulta de los senadores en el Salón Azul del Palacio Legislativo.
El senador Martín Lousteau no dejó pasar la respuesta. El radical cuestionó el hecho de que una persona que no es funcionario del Gobierno nacional fuera quien eligió a García Mansilla. «A mí me llama mucho la atención. Quería señalarlo, que el cargo no se lo ofreció el Presidente, sino un monotributista que no tiene vinculación directa con el Gobierno ni es funcionario público”, advirtió en su crítica.
Tras el ácido comentario del legislador opositor, García Mansilla no brindó respuesta. El asesor presidencial no es empleado en relación de dependencia del Poder Ejecutivo, ni responde al régimen de funcionario público.
En su presentación, el propuesto para la Corte Suprema, destacó que cuenta con más de 28 años de experiencia como abogado, «recorrí todo el cursus honorum, desde hacer la procuración de expedientes en tribunales hasta litigar en el sistema interamericano de derechos humanos contra un país extranjero».
También destacó que «un buen juez de la Corte Suprema solo puede administrar bien la justicia cuando actúa de forma independiente, sin prejuicios, animosidad, con rectitud e integridad, mostrando que su conducta está por encima de cualquier reproche a los ojos de un observador razonable».
Luego de la presentación formal del candidato a la Corte Suprema, se dio lectura a 160 preguntas, de un compendio de las 265 preguntas que le realizaron las instituciones, organizaciones y personas que han manifestado su opinión sea por adhesión, impugnación u observación.
Algunas de las consultas se referían a la Ley de Protección Integral de las Mujeres, dolarización, federalismo, competencias de la Corte Suprema de Justicia, impuesto a las ganancias, cuestión de género en la Corte Suprema y cargos jerárquicos, Ley Micaela, las protestas sociales, la Ley del Aborto, entre otros temas. Posteriormente, los senadores presentes interpelaron al candidato.
Tras 7 horas de audiencia, García Mansilla afirmó que «mi única aspiración, en el caso de que este Honorable Senado me honre con su acuerdo para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, es la de servir a mi país de tal manera que, al momento en que me toque terminar con esas funciones, mis compatriotas me recuerden como un juez que cumplió con sus deberes constitucionales y que obró siempre con integridad, independencia e imparcialidad».