País. Desde la bancada opositora en Diputados se apuntó contra el PRO que «ha salido al rescate del bochorno de La Libertad Avanza», resaltó Biasi.
La diputada nacional del Partido Obrero (PO) en el Frente de Izquierda, Vanina Biasi, reafirmó su demanda para crear una comisión investigadora por la visita de legisladores de La Libertad Avanza a represores de la última dictadura militar presos en el penal de Ezeiza, que se realizó el 11 de julio pasado.
«Es increíble que luego de más de un mes de la visita de los diputados libertarios a genocidas en el penal de Ezeiza, este Congreso siga dilatando su intervención. Primero querían impedir que se aborde el tema como primer punto en la sesión del 7 de agosto que finalmente no reunió quorum. Y luego, eliminarlo por completo de la sesión del 14, donde la moción de orden que hicimos desde el Frente de Izquierda perdió por solo un voto», expresó la opositora.
En su crítica apuntó contra el bloque PRO que «ha salido al rescate del bochorno de La Libertad Avanza», afirmó Biasi al tiempo que remarcó: «(Mauricio) Macri ordenó a su tropa seguir dilatando el asunto, raleado a la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, que preside (Silvia) Lospennato y que al día de hoy sigue sin avanzar en definiciones, luego de una reunión de asesores convocada con este temario».
«Tampoco aceptan convocar a los organismos de DDHH, que deberían ser parte constitutiva de la comisión que investigue. Son inaceptables los argumentos reglamentarios y burocráticos ante un hecho tan grave. Acá hay un encubrimiento político”, denunció la legisladora de izquierda.
Al fogonear la protesta, la diputada del PO aseguró que “para frenar la política pro impunidad y negacionista del terrorismo de Estado, y el reforzamiento represivo que están impulsado los Milei, Villarroel y Petri, necesitamos volver a construir una masiva movilización como la del 2×1 bajo el macrismo”.
El diputado entrerriano Beltrán Benedit fue quien reclutó a cinco diputados de su bloque para la visita a los represores condenados en el penal de Ezeiza. De ese grupo formaron parte legisladores cercanos a la vicepresidenta Victoria Villarruel como Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Lourdes Arrieta.
Del traslado en combi hasta Ezeiza fue parte también Rocío Bonacci, aunque está desistió de ingresar al penal cuando se enteró en medio del viaje que el motivo era conversar con militares condenados por delitos de lesa humanidad.
Los diputados implicados llevaron a la cárcel de Ezeiza el borrador de un proyecto de ley elaborado por el cura Javier Olivera Ravasi, hijo de un represor condenado y activista de derecha, que propone morigerar las condiciones de detención de los genocidas brindándoles el beneficio de la prisión domiciliaria.
