Convivencia social: Solo 4 de cada 10 cordobeses reconocen discriminar

Córdoba (20/11/18). El Defensor del Pueblo llevó a cabo un estudio sobre la calidad de la convivencia social.

La confianza interpersonal es una variable clave en el desenvolvimiento de la vida en sociedad. Se consultó sobre cuánto confiamos en otro, y cuán confiables creemos ser. En este aspecto, tres cuartas partes de los encuestados declaró no confiar en la mayoría de las personas fuera de su círculo familiar y de amigos. Por otro lado, más de la mitad de los cordobeses creemos que somos confiables.

Esta percepción se ve afectada de acuerdo al género y a la edad del encuestado. Los hombres consideran que somos más confiables que lo que perciben las mujeres (61,35% y 48,78% respectivamente). Por su parte, en la medida en que avanza en edad, se pierde la confianza en los demás.

Con respecto a la convivencia en sociedad, se indagó sobre la percepción de cuán fuerte es el conflicto entre grupos sociales, si es que existe.

En términos generales, se percibe un nivel de conflictividad social muy alto. Los principales conflictos se perciben entre: Empresarios  y trabajadores: 71,08%; Ricos y pobres: 69,73%; Jóvenes y resto de la sociedad: 57,84%; Hombres y mujeres: 52,98%; Ancianos y resto de la sociedad: 47,03%; Nacionales y extranjeros: 46,84%; Empleados y desempleados: 46,21%

En cuanto al rol de las redes sociales a este respecto, cerca del 70%  les adjudica la promoción de los conflictos y poco más del 25% entiende que su uso favorece la convivencia entre las personas. Entre los más jóvenes (18 a 30 años) crece un poco la consideración de las redes sociales como positivas para la convivencia, 30,77%. También entre los que se percibe una situación económica más cómoda (33,33%).

A la hora de tratar de resolver un conflicto, una amplia mayoría (83,51%) entiende que se resuelven dialogando. Otro sector (15,95%) considera que gana el más fuerte. En la medida en que aumenta el nivel de educación, se asume con mayor generalidad que el diálogo es la mejor vía para dar soluciones a las diferencias.

Ante las diferencias

El nivel de discriminación que se percibe también es alto: un poco más de la mitad (seis de cada diez) declara que existe discriminación, por diferentes factores: Por adicción a las drogas o al alcohol: 86,21%; Discapacidad: 77,83%; Orientación o identidad sexual: 77,03%; Bajos recursos económicos: 72,16%; Nacionalidad: 59,46%; Edad avanzada: 56,76%; Raza: 53,79%; Religión: 53,39%;  Por ser mujer: 45,93%; Juventud: 37,40%. Paradójicamente casi dos tercios de la sociedad no se reconoce como discriminadora.

Equidad de Género

Un dato que llama la atención del punto anterior es que poco más del 45% identifica que existe discriminación por ser mujer. Es uno de los niveles de discriminación más bajo percibido. Llamativamente, no hay diferencias considerables al desagregar las respuestas por género.

Al consultar sobre la equidad entre hombres y mujeres respecto a los pagos por los mismos empleos, poco más de ¼ de los consultados (27,57%) está de acuerdo con considerar que las mujeres acceden a empleos con pagos menores que los hombres.

El dato relevante es entonces que la gran mayoría de los cordobeses no perciben diferencias en el acceso a empleos con pagos diferentes «por ser mujer». Acá tampoco hubo diferencia destacable en las respuestas a partir del género.

Por su parte, aproximadamente 1/3 (35,67%) coincide en que «es mejor para la sociedad que la mujer se dedique al cuidado de los hijos y el hombre al trabajo». Esto significa que un sector mayoritario de la sociedad no está de acuerdo con este estereotipo. No obstante hay algunas particularidades con respecto a esta afirmación:

El nivel de acuerdo con la misma se incrementa hasta un 50% en el grupo etario de más de 60 años. A mayor educación más se desacuerda con esa opinión. Según el ingreso subjetivo, aquellos con mayores dificultades económicas tienen mayor nivel de aceptación de esa división de tareas entre hombres y mujeres.

¿Cómo influye el contexto de crisis?

La encuesta del Defensor del Pueblo también indagó sobre los efectos de la profundización de la crisis económica en la convivencia social. el impacto se siente entre los cordobeses:

Un 45,1% manifiesta que sus ingresos no alcanzan y que tienen dificultades o grandes dificultades económicas. El 60% considera que la situación económica de su hogar ha empeorado en el último año. El 88,5% sostiene que la crisis económica le angustia. Más de la mitad cree que el actual contexto favorece el individualismo. Una amplia mayoría expresa que la crisis profundiza los conflictos sociales.

La crisis económica también afecta distintos aspectos personales de la vida de los ciudadanos, de acuerdo a su ocupación, nivel de vida, entre otras características. Concretamente, señalan que el aspecto más afectado por este contexto es no alcanzar a cubrir las necesidades con los ingresos percibidos. También se encuentran los problemas con el trabajo, afrontar deudas, ver perjudicado su ahorro personal, y otros temas vinculados a la salud y educación.