CPCE: “Revertir la alta dependencia externa de la industria”

IMG_3960Córdoba. El análisis realizado por el Instituto de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas arroja como uno de las principales medidas a revisar, es la alta dependencia externa de la industria. Los economistas de dicha entidad recomiendan revertir esta tendencia.

En el marco del análisis de la coyuntura organizado por el Instituto de Economía del CPCE que convocó a economistas y periodistas especializados, los aportes y conclusiones del estudio, giró en torno al tema: “Sector externo. Fortalezas y debilidades de la balanza comercial”.

La economista Mary Acosta resaltó que “el sector industrial se encuentra con un alto grado de dependencia” – insumos importados-  y que es “lo principal a revertir”. Las consideraciones apuntaron a “ser más eficientes para disminuir ese grado de dependencia”.

Además, de “concentrar esfuerzos en algunos sectores” de la economía, como por ejemplo la biotecnología, la genética y la nanotecnología”,  afirmó Acosta.

La directora del instituto consideró que “hay algunos a los que no subsidiar” es el caso de aquellas empresas que se dedican a ensamblar teléfonos en Tierra del Fuego.

Superávit

El superávit creciente de la balanza comercial cerró el año pasado con 12.600 millones de dólares debido a las restricciones a las importaciones impuestas por el gobierno ya que hubo una caída en las exportaciones por menor demanda y menor cosecha. Quedó claro que el resultado alcanzado estuvo traccionado por el sector primario.

Desde el Instituto de Economía del CPCE afirman que este año el comercio exterior seguirá controlado con una flexibilización, la reciente eliminación de las licencias no automáticas, lo que simplifica los trámites.

Acosta subrayó que del análisis por rubro de la balanza comercial, se desprende que el superávit está impulsado por el sector primario ya que en el industrial el déficit es fuerte.

En lo que hace a ventas al exterior, Argentina tuvo en la última década una performance más pobre que Chile, Brasil, Colombia y Perú; sin embargo en el último año las exportaciones cayeron menos que en esas naciones. En el caso de las importaciones, crecieron con más fuerza que en el resto de la región por la mayor actividad.

Desde 2009 las manufacturas de origen industrial representan el 34% del total de las exportaciones; los productos primarios equivalen al 24,07% (gana presencia a expensas de la pérdida de ventas afuera de combustibles, que caen un tercio en la última década). En las importaciones, los bienes de capital equivalen al 17,07% y los intermedios son el 29,1%; estos dos ítems en la última década perdieron un tercio “que podría explicarse por la política industrial y las restricciones”.

Insumos, piezas y combustibles -que son las claves para el funcionamiento de la industria- perdieron participación en los primeros años de la década, aunque crecen desde 2009 por la compra de combustibles.

Los únicos complejos industriales superavitarios en términos de comercio exterior -en base a datos del Centro de Estudios de la Producción- es el de alimentos y bebidas; metales comunes y curtido y terminación de cueros. De los otros siete, cuatro relacionados con informática, comunicaciones y sector automotriz están en rojo.

“Lo que indica que mantener el empleo es muy caro en términos de dólares de comercio exterior”, sintetizó Acosta.

También son deficitarios, y con una caída más profunda en los últimos años, refinación de petróleo, sustancia y productos químicos y maquinaria y equipos.

Del análisis de coyuntura, se destacaron dos conclusiones más:

El déficit energético es un problema y tiene un fuerte impacto en la balanza comercial.

El sector externo sigue complicado por perdida de la cosecha y el ritmo de Brasil. Las perspectivas del vecino país se moderan a la baja y eso complica.

El dólar

Aseguran desde el instituto que para 2013 “se va a mantener la restricción cambiaria” porque se sostienen las reservas. Lo que ya se evidencia en la práctica es que “no se va a poder atesorar en dólares”.

“El ritmo de devaluación del dólar oficial continuará acelerándose y seguramente llegará a los $6 previstos  por Guillermo Moreno a fin de año”, planteó Mary Acosta.

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