Nacionales. Espadas K se refirieron a la política energética del gobierno nacional, uno de los temas que es cuestionado por los sectores de la oposición. Capitanich destacó el aumento de los niveles de producción de los yacimientos de Vaca Muerta y los resultados comprobables de 10 años del Plan Energético Nacional. Para De Vido, la recuperación de YPF es un hito importante de los 10 años que cumplió la política energética.
En su habitual conferencia de prensa, el Jefe de Gabinete, señaló que YPF ha ratificado el incremento de los niveles de producción de los yacimientos de Vaca Muerta que sigue en franco progreso.
Al respecto, precisó que de 20 mil barriles se espera llegar 30 mil barriles a fin de año, lo cual significa una inversión significativa equivalente a los U$S 3000 millones.
Sobre el Plan Energético Nacional, Capitanich resaltó que se han celebrado 10 años con resultados objetivamente comprobables. En ese sentido, el ministro coordinador dio números que dan cuenta de lo hecho por el gobierno nacional en materia energética: $ 92.500 millones de pesos de inversión; 8.700 megavatios más de generación; 5500 kilómetros de redes de transporte de energía para vincular en un anillado de carácter estructural en todo el país, principalmente NOA y NEA, Patagonia.
“También ha permitido que 3,7 millones de usuarios accedan a energía eléctrica, lo cual es un dato objetivo y transcendente”, opinó.
En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, hizo hincapié en la nacionalización de la petrolera con el objetivo de lograr el autoabastecimiento en la política energética de los últimos 10 años.»Hoy hay prácticamente 200 años de reservas entre gas y petróleo en función de los descubrimientos de Vaca Muerta», indicó.
«El hito más importante fue la recuperación de YPF como resultado de la presión de que nuestra principal compañía se había transformado en una empresa financiera y no en una petrolera. Ellos (Repsol) producían sobre lo que había, no descubrían nuevas reservas, o sea que las reservas se iban terminando y generaban un desabastecimiento”, criticó De Vido en una entrevista con Tiempo Argentino.
“No hay que olvidar que la ley que envía la presidenta para recuperar YPF se llama ´Ley de soberanía hidrocarburífera´. Es la ley que garantizará el abastecimiento del combustible», añadió.
El ministro además se refirió a la crítica recurrente de ciertos sectores que apunta a que antes la Argentina tenía un superávit energético y ahora es deficitaria.
«Teníamos un 54 por ciento de pobreza y cerca del 30 por ciento de indigencia al asumir, por lo cual ese superávit era trucho: tarifas dolarizadas, cerca de 150 mil fábricas cerradas, y depresión. Aquel superávit estaba hecho sobre el hambre del pueblo argentino, que explotó en diciembre de 2001”, exteriorizó.
En ese sentido, expresó que “la Argentina creció el 83 por ciento, estamos demostrando que en transporte eléctrico y en generación eléctrica hemos crecido casi el 60 o 70 por ciento, con obras a corto y mediano plazo que garantizan el abastecimiento. Estimamos que en 2019 el abastecimiento de gas y petróleo estará incipiente y se consolidará».
La Convergencia Empresaria responde a los medios monopólicos
Consultado sobre las críticas de la convergencia empresaria conformada por la Asociación Empresaria Argentina y otras entidades, De Vido cuestionó que “representa claramente a los medios monopólicos”.
“Me da la sensación de que esta convergencia empresaria es un grupo multifacético, con distintos dirigentes que van a las reuniones y declaran cosas que no firmaron. Pasó con la UIA y con la Cámara de la Construcción. Creo que hay asociaciones gremiales y empresarias muy fuertes, algunas más críticas que otras del proyecto”, afirmó.
Y ejemplificó que “la Asociación de Industriales Metalúrgicos cuando asumimos eran un grupo de empresarios fundidos y hoy están haciendo centrales eléctricas, son protagonistas de la Televisión Digital Abierta, los decodificadores, las plantitas emisoras que hemos exportado a Venezuela. Hay empresas y asociaciones muy valiosas”.
A lo que agregó: “Muy pocas entidades empresariales tienen al frente cuadros políticos, y se cae en la tentación de hablar de lo que los grandes medios plantean como políticamente incorrecto”.
