Nacionales. La oposición en su conjunto se quejó por la modalidad en que sesiona y expone los temas de tratamiento el bloque del Frente para la Victoria en el Congreso de la Nación. La crítica central apuntó a que sólo se tiene en cuenta lo enviado por el Ejecutivo nacional.
Sectores opositores dijeron “basta” a la forma de sesionar de la mayoría oficialista que solamente considera lo que manda el PEN. “Han convertido en habitual una manera excepcional de discutir y sancionar las leyes, que impide cualquier tratamiento de temas propuestos por los bloques opositores”, criticaron.
En ese sentido, advirtieron que “en el año 2013, hubo un total de 10 sesiones y de ellas apenas 4 fueron ordinarias. El resto fueron especiales para tratar únicamente temas propuestos por el gobierno”.
En lo que va del año 2014, además de la apertura de las sesiones encabezada por la presidenta, “no ha existido ninguna sesión ordinaria y sólo 3 reuniones especiales reiterando la metodología del ‘atropello y del abuso’ del número por parte del FPV, más una sesión informativa de 11 horas del Jefe de Gabinete, convertida en un monólogo”, expresaron.
En cuanto a los temas que la oposición viene intentando tratar -sin éxito- en el recinto de sesiones, reclamaron debate, más allá del resultado parlamentario, por caso, el Mínimo No Imponible de ganancias y la conformación de su escala. “La mayoría vacía el recinto para que no debata la minoría”, denunciaron.
“En lo que va del año debimos sesionar en minoría en cuatro oportunidades para intentar discutir el mismo asunto, las suspensiones y despidos que ocurren en el país y la posibilidad de derogar el Memorándum firmado con el gobierno de Irán, aún sabiendo que tienen mayoría para rechazar las propuestas opositoras eligen el camino de la huida y de la obstrucción del debate, no dando quórum”, subrayaron.
Por esa razón, la oposición reaccionó de forma colectiva -a través de un comunicado rubricado por diputados de las distintas bancadas opositoras- para decirle al FPV que “la mayoría no da derecho a convertir a la Cámara de Diputados en una escribanía, menos aún a que le prestemos nuestra presencia de acuerdo a sus antojos o caprichos parlamentarios del gobierno”, concluyeron.
