Ciudad de Córdoba (7/7/16). Mediante su sanción por parte del bloque de Juntos por Córdoba (UCR y PRO), la ordenanza agrega al Código de edificación vigente, el marco regulatorio para la incorporación de cubiertas y muros verdes en la Capital cordobesa. Al cerrar filas detrás del proyecto impulsado por el Riutorismo, la oposición cuestionó la iniciativa oficialista por su obligatoriedad; la complejidad en la aplicación; la burocracia que genera; y las sanciones que impone.
Es “una buena idea, mal implementada”, aseguró la concejal Victoria Flores al expresar el rechazo de su bloque al proyecto del oficialismo e insistir con la iniciativa original de Fuerza de la Gente, que otorga incentivos concretos en el impuesto inmobiliario a los vecinos que implementen este tipo de construcciones sustentables.
Al recordar que la bancada de JPC se negó “sistemáticamente” a tratar “seriamente” el proyecto riutorista, la edil remarcó que lo aprobado por los concejales de la mayoría, “no tiene casi puntos de contacto con la nuestra”.
Entre las principales objeciones que mencionó Flores, se destaca la obligatoriedad de aplicación para construcciones nuevas en ciertas zonas de la ciudad y luego se da un “período de gracia” de 3 años para las ya construidas con una prórroga de 12 meses cuando el Ejecutivo así lo estime y “con criterios de selección poco claros”.
“Podemos discutir la obligatoriedad para el futuro, aunque nosotros creamos que debe ser opcional y con incentivos concretos en el impuesto inmobiliario. Pero lo que podemos admitir es que se cambien las reglas de juego para aquellos vecinos y desarrollistas que ya tienen sus construcciones con la aprobación del final de obra”, advirtió la opositora.
En tanto, UPC y ADN se sumaron al planteo que desde el vamos efectuó Fuerza de la Gente. El concejal Esteban Dómina aseveró que su bloque (UPC) acompaña el despacho de la minoría, ya que no está de acuerdo con la obligatoriedad.
En igual sentido, se expresó el edil David Urreta (ADN), quien subrayó que “se busca obligar a las construcciones nuevas y a las que ya existen si tienen más de 600 metros cuadrado, a que las implementen y a las grandes superficies cuando superen los 2000 metros cuadrados”
“Y otra vez ante esto, es el vecino el que deberá hacerse cargo de los costos porque es caro mantener las cubiertas verdes, es caro implementar un sistema de agua, un depósito e incluso es caro impermeabilizar”, indicó.
Asimismo, Urreta hizo foco en el artículo 10 de la norma que se refiere a “la utilización del ciento por ciento del corazón de manzana” de los edificios hasta ocho metros más uno, construcciones que estén comprendidas entre Bv. Illia, Chacabuco, Lima y Cañada.
“Esos nueve metros de construcción en los corazones de manzana van a significar por lo menos nueve departamentos más, tres por piso, en todo el radio antes mencionado”, puntualizó el edil y agregó: “Esta parte de la ordenanza que nos pide aprobar el oficialismo es directamente inmobiliaria por lo que nos parece que la Municipalidad de Córdoba se ha transformado en una Corporación Inmobiliaria”.
La posición de la bancada de Juntos por Córdoba, estuvo a cargo de los concejales Aníbal De Seta y Juan Balastegui. El macrista opinó que con la ordenanza sancionada se quiere llegar “en concreto a mejorar el ambiente, para lograr mejorar la calidad de vida, recreando el ambiente natural”.
Al enfatizar que la iniciativa es de “avanzada”, precisó que la norma establece las herramientas para controlar el mantenimiento necesario de las terrazas.
Por su parte, su compañero de bloque, señaló que “cuando un proyecto es bueno, es cuando trasciende a los tiempos, cuando los resultados no los ve la propia gestión sino que los verán los hijos o los nietos”.
“Consideramos que tendrá grandes ventajas ambientales, significará un gran ahorro energético, bajando las temperaturas del centro, bajando la cuota carbono, y el grado de contaminación”, sostuvo el radical Balastegui, al calificar como vital avanzar en esta iniciativa “superadora”.